Por: Alberto Salcedo Ramos
La crónica es una clara muestra de un trabajo periodístico que en manos de un apasionado por las historias hace un recorrido junto al personaje central. Nos lleva entonces a una caminata que cargada de detalles y un manejo del tiempo, aunque lineal, con un juego del espacio y detalles que alimentan la historia y la llenan de credibilidad.
No solo la utilización de datos de grandes instituciones hacen verídica y
seria la historia, esas pequeñas frases, charlas o palabras entre
párrafo y párrafo lo hacen también. Un juego de tiempo que ilustra lo
qué es en sí ese género periodístico. Sin dejar de lado las fotografías
de Rozo, sencillas y duras por naturalidad, sin oportunidad de mejorar
la luz, el escenario, sólo la realidad asomándose por el visor.
Fotografías que ayudan a formar la historia, dónde gracias a ellas vemos
la cara de aquel niño, el protagonista.
Fotografía: revistasemana.com
Creo
que su estrategia para captar la atención que utilizó el periodista es
poner en cada párrafo el suspenso y el picante por así decirlo que hace
que el espectador quiera leer otro más hasta llegar al final, incluso al
concluir la lectura queda esa sensación de querer saber el final de esta
historia.
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